Este sábado, día 23 de mayo, hemos subido a la Collada de Tosses mi compañero Angel y yo. El objetivo era intentar anillar Collalba gris (Oenanthe oenanthe). También, y cómo sucedió en 2007, intentarlo también con otras aves que se mueven por allí en esta época, cómo el Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) y el Roquero rojo (Monticola saxatilis). Hemos tenido la gran suerte de cumplir el objetivo con creces, habiendo anillado 9 Collalbas (una de ellas, anillada en 2008 por mi compañero Valentí), tres roqueros rojos (dos hembras y un macho), una hembra de Alcaudón dorsirrojo y una hembra de Pardillo común (Carduelis cannabina).
Aparte de los anillamientos, vimos nidos de varias especies, todos ellos ocupados por las hembras incubando, 1 de Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), 2 de Collalba gris y uno de Escribano cerillo (Emberiza citrinella). También vimos en la zona, y eso me dejó muy sorprendido, porque en todos los años que llevo subiendo allí, es la primera vez que las veo, a una Marmota (Marmota marmota) que no tardó nada en correr a refugiarse en uno de sus numerosas entradas excavadas por allí al verse sorprendida por nuestra presencia. Sólo las había visto en Huesca, en el parque nacional de Ordesa. Sé que también las hay en diversos puntos del Pirineo catalán, pero verlas aquí, en esta zona que conocemos bien, me ha dejado parado.
Quiero dar las gracias a mi compañero Angel por todo lo que tuvo que trabajar ayer, poniendo cepos malla y subiendo y bajando montaña constantemente, ya que yo sigo con mis problemas de espalda (cómo casi siempre... qué desespero).
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