Este pasado viernes, día 1 de julio, he querido probar cómo está de limícolas la zona del río Besòs en la que habitualmente anillo. Sé que aún es un poco pronto para el paso migratorio de esta familia de aves, pero quería comprobar por mí mismo si hay o no movimiento. La tarde desde luego no ha sido la más idónea para una jornada de anillamiento, ya que soplaba un fuerte viento que hacía "inflarse" las redes cómo si fuesen velas de barcos. En el mundillo del anillamiento ya sabemos que cuando las redes están así, lo más fácil es que los pájaros "reboten" en las mallas y no queden atrapados en ellas.
Vegetación en los márgenes del río Besòs
Si las condiciones hubiesen sido mejores (menos viento), creo que hubiera anillado bastante más aves de las que cogí ese día, 20 en total, de los cuales 15 son passeriformes y 5 limícolas.
5 Avión común (Delichon urbicum)
9 Golondrina común (Hirundo rustica)
1 Gorrión común (Passer domesticus)
2 Andarríos grande (Tringa ochropus)
1 Andarríos chico (Actitis hypoleucos)
2 Chorlitejo chico (Charadrius dubius)
De los andarríos grande, uno era un control anillado por mí en este mismo sitio en 2008. De aquí a un par de semanas volveré a intentarlo, pero esta vez con más redes y, posiblemente, con más compañeros de Parus. También ya estarán habilitados los pasillos en el carrizal, para intentar anillar golondrinas, ya que usan este sitio habitualmente cómo dormidero.
En esta ocasión la jornada la he hecho junto a Manolo Flores, un compañero de Ripollet, anillador en formación de Parus.
Andarríos grande
Avión común
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